Los alumnos de 4º hemos hecho un breve cuento a partir de cinco palabras que sacábamos poco a poco, ¡sin saber cuáles iban a ser!
Nuestra creatividad se ha hecho dueña de nuestras palabras, y éstos son algunos de esos minicuentos.
EL BOLI MÁGICO
Autora: Lara Hidalgo Hiraldo
Había una vez una niña que tenía un boli un poco especial. El boli contenía magia para hacer los exámenes y aprobarlos.
Un día, la niña tuvo que hacer un examen, pero no un examen cualquiera, lo tenía que hacer en la pizarra.
Ella le temía porque no tenía nada de idea. La maestra le dijo que saliera a la pizarra, pero en ese instante, pasó un camión. La niña tuvo suerte y cambió el recambio que tenía para tizas por el boli.
En cuanto hizo el examen, la niña echó a correr hacia el servicio. De lo nerviosa que estaba, se echó agua en la cara y se manchó la camiseta. Por suerte, al salir al patio, se le secó la camiseta.
Al entrar a clase, la maestra le dio su nota.
Gracias al boli mágico, ¡aprobó el examen con un magnífico diez!
EL ÁRBOL QUE QUERÍA CORTAR
Autora: Pilar Heredia Muñoz
Había una vez un árbol que quería aprender a cortar, pero no tenía brazos.
Un día, el árbol vio a un perro que estaba muy feliz y le preguntó:
- ¿Por qué estás tan feliz?
- Porque ya voy a tener dueño - dijo el perro.
El árbol le dijo al perro:
- Me alegro mucho. Espero que te quieran mucho.
Un día, el árbol estaba dormido cuando un relojero le despertó y le dijo:
- Hola, soy Manuel.
- Yo soy un árbol, y estoy triste - le dijo el árbol al relojero.
- ¿Por qué? - dijo el relojero.
- Porque quiero aprender a cortar.
- Pues eso es una tontería. Tú eres muy importante - dijo el relojero.
- ¿Por qué? - preguntó el árbol.
- Porque tú das oxígeno y haces que todos vivamos - respondió el relojero.
El árbol se emocionó y se puso muy inquieto, pero siempre fue feliz.
LA AGENDA MÁGICA
Autora: Irene Eslava Muñoz
Ayer mi prima Pilar compró una agenda mágica que tenía muchos poderes, y además era parlanchina.
Mi prima, como era tan juguetona, amaestró a la agenda para que jugara con ella. También la amaestró para que cantara como un canario, pero de pronto, la agenda desapareció y no sabíamos qué hacer. Así que fuimos al súper a comprar una goma mágica para que nos ayudara a buscar a la agenda. Y...¡qué suerte! La encontramos delante de un espejo preparándose para una fiesta de fin de curso, ¡y quedó muy bonita!
LA POBRE AGENDA
Autor: Antonio Manuel Eslava Muñoz
Había una vez un niño que tenía una agenda de colores.
El niño manchó la agenda de plátano y la tuvo que tirar. Su mamá fue por la tarde a tirar la basura y echó la agenda al contenedor de plástico. Se enfadó mucho, no porque la tirara, sino porque no la recicló.
Con el agua de las botellas de plástico, la agenda se empezó a borrar. También se empezó a pegar al contenedor por culpa del agua, hasta que la llevaron al vertedero y la quemaron.
DÍA EN SEVILLA
Autor: Juan Ramón Hidalgo Linero
Este fin de semana he ido a Sevilla. Allí se contemplaba la Giralda, era muy bonita.
Después, fui a una tienda de móviles. Mis padres me compraron un móvil, era una Blackberry.
Más tarde, fuimos a un campo donde había muchas ovejas y cabras. Nos quedaba una hora y media para irnos, así que fuimos al Corte Inglés y me compraron una pizarra. Como nuestro reloj se había roto, compramos otro nuevo.
Comimos en un bar media hora que quedaba y nos fuimos.
FIN
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