FUEGO DEL RECUERDO 5ºB


Los alumnos y alumnas de 5º B también han  mirado sus recuerdos. Algunas sensaciones  se quedan impresas en el alma y nunca las olvidamos... He aquí algunos  ejemplos. 

Una noche, en Barcelona, estaba en el parque. Estaba entusiasmada porque era mi cumpleaños. Fuimos a comer a un restaurante chino y ¡hasta me hicieron una tarta! Así, que cada vez que voy a un restaurante chino, recuerdo ese día tan especial. 

                            Xenia 


Una vez estaba en la playa con mis padres. Me aburría mucho. Después se me acercó una niña llamada DeSI. Nos hicimos amigas íntimas. Cada vez que voy a la playa, espero volver a verla.

                              Laura Rodríguez Aguilar

 
Una tarde de verano, cuando era pequeña, fui con mi madre a limpiar. Limpié lo que pude, y al volver a casa, me encontré un peluche con forma de gatito que estaba en mi puerta con una carta que decía "De mamá, un beso fuerte".

Era blando, gris y blanco. Le di las gracias a mi madre y un beso. 
                            Saray Ruiz Rodríguez 

Una mañana de verano fuimos a Fuengirola. Al llegar, vi que había una tienda nueva al lado de mi piso. El hombre salió y me dijo que entrara a jugar con su niña porque era muy tímida y estaba sola. Entonces entré y la saludé. Ella me devolvió el saludo y descubrí que era americana. Desde entonces ella y yo somos muy amigas. 

                            Carla Querino Ibáñez

Mis padres, mis hermanas y yo vivinos a Los Corrales a vivir. Había un colegio y yo no quería ir, me puse como un perro rabioso. Mi madre me dijo que iba a comprarme lo que yo quisiera. Yo le hice caso. Y me regaló un peluche, una serpiente muy larga. Así, cuando tengo miedo o alegría, me liaba con ella. 

                              Jose Luis Olmedo Eslava

Una tarde de invierno, había llovido y después salido el sol. Empecé a tener calor y como tenía cinco años, salí a la calle y me metí en el primer charco que vi. Mi madre me regañó porque me puse lleno de barro. 

                              José María Trujillo López

Recuerdo muy bien un juguete que tenía cuando era pequeño. Era un coche rojo que me gustaba mucho y que había conseguido en la feria del automóvil. Todas las tardes me iba a jugar con él. Un día, se me rompió, pero yo, que me dice mi abuela que soy mecánico, lo arreglé.

                            Tomás Velasco Ríos

Una tarde de verano estaba con mis padres en la playa. fui con mi hermana a la orilla a coger conchas pero cuando nos fuimos otra vez con mis padres, me despisté y me perdí. Al rato, mis padres me encontraron llorando en la orilla. Ahora, cuando voy a la playa no me despisto ni un sólo momento.

                            Carmen Pozo Benítez

Con 4 años, mis padres fueron conmigo y mi hermana al zoológico. Vimos muchas cosas y nos faltaba ver los monos. Mi padre metió el dedo en la jaula y en unos segundos estaba echando sangre porque el mono le había mordido. Este sentimiento me da un poco de asco.
               
                         Manuel Rodríguez Infante

Era una tarde de verano. Estaba en la piscina y no me quería ir. Mi madre me dijo que en mi casa había un regalo. Al llegar a casa había un conejito. Ese conejito me daba alegría. Un día vino mi primo y jugó con él. Al día siguiente, ya no estaba.

                          Nuria Rodríguez Carrero


Yo recuerdo cuando un año en Navidad se vinieron a casa mis primos. Jugamos y comimos. Siento por eso alegría. 

                         Benito Zamora Gallardo

Una mañana de verano fui a la playa con mis tíos. Tenía mucho miedo porque las olas eran muy grandes pero me metí y cuando me pilló distraído me cogió una ola y me arrastró. Vino el socorrista a por mí. 

                       Sergio Trujillo Gutiérrez 


Un día de  verano fui a la playa. Me metí en el agua y me lo pasaba muy bien, pero de repente, vino una ola gigante. Tragué muchísima agua. Desde entonces me da un poco de miedo el mar.
                         Gloria Del Pozo Nozaleda



Una tarde de primavera mi madre me dijo que nos íbamos a vivir a Martín de la Jara. En ese momento sentía rabia, pero ya no porque ahora estoy mejor allí. 

                      Adrián García Mora 

Una tarde de mi cumpleaños no me habían regalado nada. Sentía angustia por dentro. Mi madre me decía que esperara. Tuvo razón porque más tarde llegó un familiar y me regaló un camión, el juguete con el que más jugué en toda mi infancia. 

                   Benito Sánchez Peral


Una noche de lluvia, cuando yo era más pequeño, estaba en mi cama y tenía miedo. Entonces, mi madre al saber que yo tenía miedo, se despertó y se acostó conmigo. Cuando ella vio que me pasó eso muchas noches, me compró un pequeño peluche de una serie que me gustaba mucho y se llamaba Caillou. Ahora cada vez que lo veo en mi cuarto, me acuerdo de eso. 

                  Miguel Ángel Valencia Gallardo


En verano fui a la playa. Estaba jugando en el mar con mi hermana y no me sentía bien. Me picó una medusa. Cuando veo el mar siento miedo y me acuerdo mucho de ese día. 

                  Lorena Ramírez Trujillo


Una tarde de verano, vino mi prima. Durmió en mi casa. Al día siguiente, fuimos a la playa e hicimos un castillo. Me acuerdo de nosotras unidas de pequeñas. 

                   Elisabeth Sánchez Hidalgo


Una tarde de verano, estaba jugando con mi vecina en un parque. Estaba muy contenta. De pronto, choqué con algo. ¡Era una farola! Me desmayé y cuando me desperté estaba en el hospital de Osuna ingresada. Me habían cogido puntos en la ceja. Me sentía con mucho dolor. Me quedé ingresada tres días. Desde que pasó eso, no soy capaz de pasar por ese parque.

               Ángela Rodríguez Ríos 


Una noche de verano fui al césped y a las 8 me caí haciendo el pino. Me llevaron al médico y me quedé ingresada. Al otro día, fui otra vez al césped y columpiándome con una mano, me caí otra vez y también me partí la otra. 
Me fui al médico y me operaron. Estuve todo el verano con los dos brazos escayolados. 

                Cintia Rueda Cordón


Una tarde soleada fui a pasear con mi hermana. Estaba muy feliz hasta que una amiga suya me cogió. Intentó hacerme el pino. Inesperadamente me di con el bordillo y descubrí que estaba sangrando. Llamamos a mi padre y me llevó al hospital. Allí tenía mucho miedo y estaba angustiada. Me cogieron puntos y al portarme tan bien me regalaron una gran jeringuilla. 

                     Miriam Benítez Valle


Una tarde de invierno mi madre dijo ir a Antequera para comprar un regalo para mi hermana. Estaba muy contenta. Cuando mi madre me dijo que cuidara a mi hermana yo me senté en un torito. Éste se cayó encima de mi hermana y yo pasé mucho miedo. Mi madre nos llevó al médico a las dos. 

                Verónica Parrondo Palacio


Una tarde me puse mala y fui al hospital. Tenía mucho miedo, pero mi madre me calmó. Me dijo que si me portaba bien me regalaría un peluche. 
Al final me lo regaló. Era un perrito suave y desde entonces lo llevaba a todos lados conmigo. 

                     Denia Ríos Sánchez 

                                                    



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